RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

viernes, 25 de septiembre de 2015

Chile: Radiografía al activismo “pro vida”: la ofensiva comunicacional de los grupos antiaborto




El Desconcierto

Desde el inicio del debate público sobre la despenalización del aborto en Chile, una serie de grupos y redes "defensoras de la vida" se han volcado a diversas estrategias discursivas y políticas para rechazar la iniciativa que pronto comenzará a ser revisada en particular en el Congreso.

Desde el compromiso presidencial que Michelle Bachelet retomó el 21 de mayo de 2014 -sobre el envío de un proyecto al Parlamento que busca despenalizar la interrupción del embarazo en tres causales- la acción de los grupos anti aborto en Chile se activó del todo.Sus gestiones y campañas publicitarias, extendidas a lo largo de una amplia red de organizaciones autodenominadas “defensoras de la vida”, evidencian la cercanía de algunas de sus iniciativas con grupos religiosos y de centro derecha y la sintonía en torno a una propaganda pública cruda y a la que los sectores pro aborto acusan de engañosa.

LAS FIGURAS QUE INSPIRAN LA LUCHA CONTRA EL ABORTO
En Chile, diversas organizaciones vinculadas al activismo contra cualquier tipo de aborto basan sus ideas en los planteamientos de un ginecólogo obstetra llamado Jorge Becker Valdivieso, actual jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Regional de Talca.
Además de exponer ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Becker difunde su pensamiento e información sobre las prácticas del aborto a través de videos en Youtube y publicaciones religiosas, mientras que su discurso se ha convertido en un referente para los grupos anti aborto.

En una reciente entrevista con Credo Chile, el ginecólogo recalcó que “lo único cierto en un aborto provocado, legal o ilegal, porque debemos tener claro que el aborto, por muy legal que sea, sigue siendo algo provocado y premeditado, es que ocurrirá la muerte intencionada de un individuo de la especie humana y eso no tiene discusión”.

Becker dedica sus exposiciones a detallar las supuestas estrategias -implementadas en Chile y el extranjero- de los sectores pro aborto, que buscarían posicionar lo que viven las mujeres como un falso problema de salud pública. En diversas entrevistas, además, el médico ha citado a Bernard Nathanson, un ginecólogo norteamericano opus dei conocido por su lucha contra el aborto y autor de un documental llamado “El grito silencioso” (1984), que exhibe la realización de un aborto a través de una ecografía y se convirtió en una cinta de difusión emblemática para los grupos “pro-vida”.


QUIÉNES SON Y QUÉ HACEN
Organizaciones como Fundación Chile Unido, Red Pro-vida -que agrupa a 64 organizaciones chilenas, tales como el Instituto de Ciencias de la Familia Universidad de Los Andes, Siempre por la Vida y la Vicaría de la Familia-, Fundación Esperanza, Red por la Vida y la Familia, Instituto Res Pública y otros numerosas instituciones desarrollan activismo en contra del aborto en Chile.

Ninguna de ellas admite tener financiamiento de parte de partidos políticos o grupos religiosos, asegurando que son patrocinados por una red de voluntarios, empresas y universidades.

“Ojalá nos financiara alguien, somos cinco personas en la directiva y tenemos el apoyo de 20 personas que colaboran voluntariamente. No recibimos ni un peso de ningún partido de derecha”, afirma Rosario Vidal, vocera del Movimiento de Mujeres Reivindica, que rechaza el aborto y asegura ser parte del activismo feminista.

En opinión de Vidal, en la discusión del aborto “hay una forma de pensamiento patriarcal encubierta, es que una forma más de propaganda del aborto como solución a la mujer, mientras se siguen manteniendo las injusticias. Las mujeres no tienen posibilidad de nada sin son madres, el costo de que te discriminen es renunciar a la maternidad o a formar tu familia”. Por ello, aseguran, las mujeres abortan “en un 90 por ciento, por miedo”.
Los argumentos de las organizaciones coinciden en que el debate ha sido desigual, dado el dinero invertido por el gobierno en informar a la población sobre la necesidad de contar con un proyecto de aborto en tres causales, además del supuesto guiño del Ejecutivo a las iniciativas promovidas por Miles Chile.

Ana Martínez es activista de una red que agrupa, en la VIII Región, a una serie de grupos anti aborto y pertenece al grupo de Líderes Católicos. Desde su visión, asegura que buscan soluciones definitivas para los problemas de las mujeres y no más “parches como el aborto”.
“Estamos haciendo presión y creando consciencia porque sabemos que hay una gran mayoría que no está a favor del aborto. Los grupos que presionan a favor son una minoría, de grupos de género y el mismo gobierno, pero en Chile no hay una cultura donde se piense en la eliminación de un ser que además es indefenso”, argumenta.

Desde ambas organizaciones, denuncian que hay parlamentarios de la Democracia Cristiana y organizaciones como Miles Chile y APROFA Chile que han sido financiados por organizaciones trasnacionales vinculadas al tráfico de fetos abortados. En tanto, Martínez enfatiza que no reciben ningún tipo de financiamiento de la derecha y que “tratamos de mantenernos alejados de ellos porque no queremos que se mezcle, pero lamentablemente hay una realidad en que la UDI no vota a favor de la ley y por eso politizan el tema”.

Para ella, los recursos propagandísticos utilizados por estas organizaciones, tales como la sangrienta campaña pública de Informaborto, “es cruda, tal como es el aborto. Los chiquillos muestran la realidad, en los abortos hay guaguas que quedan así. Hay succión, aspiración, inyecciones y extracción por parte de las guaguas. Los chilenos tienen que entender, es bueno y necesario que lo vean porque muestran el aborto como irse a sacar una muela y no es así”.
El recurso de las imágenes de Informaborto, exhibidas en camiones con gigantografías de fetos ensangrentados, tomó fuerza en noviembre del año pasado. La intervención urbana, que se ha replicado en diversas regiones del país, fue justificada por sus organizadores asegurando que “necesitamos abrir los ojos a la verdad sin eufemismos”. Además, aseguran ser “un grupo de profesionales que, con recursos propios, ha desarrollado esta campaña”.

Sin embargo, no es la primera vez que ese tipo de imágenes aparecen a la hora de enfrentar un discurso público sobre el aborto. En Madrid, España, por ejemplo, un autobús recorrió la ciudad de supuestos fetos abortados, en una estrategia muy similar a la implementada en Chile.


ACOMPAÑAMIENTO DISUASIVO: LA ÚLTIMA CARTA DE LOS GRUPOS ANTI ABORTO
De cara a un resultado negativo para las organizaciones “pro-vida” en el Parlamento, ante una supuesta aprobación de la ley enviada por Bachelet, ya se planea una última estrategia para afrontar la apertura del país a la interrupción del embarazo.

La polémica nace a raíz de la causal de violación que contempla el proyecto, instancia donde la Democracia Cristiana y la Iglesia Católica han defendido la idea de articular programas de acompañamiento a las mujeres durante el embarazo y que éstos sean financiados por el Estado.

Organizaciones como Chile Unido, Acompañar es (que trabaja en cuidados paliativos en segunda causal del proyecto), Corporación Esperanza (vinculada a mujeres que han ido a la cárcel) y Corporación Maternitas (de ayuda a mujeres con embarazos riegosos o producto de violación) defienden la propuesta del acompañamiento, en valor del trabajo disuasivo que puede llevar a que las mujeres desistan de su decisión de abortar. De hecho, Chile Unido y Acompañar asesoraron la propuesta de acompañamiento que finalmente dio a conocer el consejo de la DC.
Así lo explica la psicóloga de la Universidad de Chile e investigadora, Irma Palma, quien escribió una columna al respecto: “Lo que ocurre cuando ves que una ley se va a aprobar, es que surgen estrategias como continuar en la lucha contra la ley a partir de programas de trabajo con mujeres en la situación que ellos llaman “embarazo vulnerable”. En Estados Unidos, los gobiernos conservadores les daban los dineros y ellos continuaban trabajando con los recursos del Estado“.

En opinión de la académica, es incoherente que el Estado chileno apoye una ley de despenalización del aborto y promueva, a la vez, iniciativas que busquen disuadir a las mujeres en causal de violación, por ejemplo. En Estados Unidos, a la dicha estrategia se sumó la llamada “Operación Rescate”, con atentados a clínicas de aborto, hostigamiento de pacientes en los alrededores de los recintos y hasta asesinatos de personal médico.

En el caso de nuestro país, en un artículo de La Segunda, Fundación Chile Unido aseguró que, a través de su Programa de Acompañamiento Integral a mujeres con embarazos no deseados, han recibido a 119 que sufrieron una violación, de las cuales un 95,8% habría decidido no abortar finalmente.

“Yo espero que el Estado no apruebe en este proceso legislativo recursos para esas organizaciones. El Estado tiene que desarrollar sistemas de soporte a las decisiones de las mujeres. Tienes que asegurar que el consentimiento sea libre e informado”, señaló Palma. En este sentido, la idea es que el Estado acompañe a las mujeres en las diferentes causales.
Sin duda, esta será una de las aristas que darán que hablar cuando se inicie el debate sobre la ley, el próximo 4 de septiembre. Por ahora, organizaciones antiaborto y defensoras de la despenalización, preparan sus herramientas y argumentos de cara a un debate donde otra vez jugarán un rol fundamental las presiones de los grupos políticos y religiosos.



Fuente: http://eldesconcierto.cl/radiografia-al-activismo-pro-vida-la-ofensiva-comunicacional-de-los-grupos-anti-aborto/

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