RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

martes, 29 de noviembre de 2011

Ambición y crueldad, Fredegunda de Neustria (545-597)


No todas las mujeres que han pasado a la historia lo han hecho por conseguir hitos excepcionales o por haber sufrido las injusticias de la sociedad. Algunas de ellas han escrito las páginas más crueles y despiadadas. Ese es sin duda el caso de Fredegunda de Neustria, una mujer de origen humilde que consiguió llegar a ser reina de uno de los reinos francos asesinando a todo aquel que se interpuso en su ascenso al trono.



La servidora de origen humilde
Fredegunda nació en la región francesa de Picardía alrededor del año 545. Poco se sabe de su infancia aunque sí se conoce que sus orígenes eran humildes. Fredegunda entró como servidora del palacio del reino franco de Neustria, al servicio de Audoreva, la primera esposa del rey Chilperico I.



La belleza de la joven franca atrajo rápidamente la atención del monarca que la convirtió en su amante. Fredegunda no se conformó con el papel de concubina y consiguió que Chilperico repudiara a Audoreva. Sin embargo su camino hasta la corona tuvo que esperar porque el rey se volvería a casar con Galwitha para entablar lazos dinásticos con Austrasia, otro reino franco.



La reina asesina
En el año 568 la reina Galwitha aparecía muerta en su lecho. Alguien la había estrangulado. Si las manos ejecutoras no fueron las de la concubina, con toda probabilidad Fredegunda estuvo detrás del asesinato. Se acercaba así a su objetivo.



El asesinato de Galwitha provocó un conflicto abierto con Austrasia que terminó con la muerte de su rey, Sigiberto, quien a su vez era hermano de Chilperico y por tanto su cuñado. En 575 caerían bajo las manos asesinas de Fredegunda los tres hijos de su esposo habidos con Audoreva.



La reina estéril
Además de conseguir ser reina, lo que verdaderamente quería Fredegunda era transferir el poder a un hijo suyo que creara su propio linaje. Pero el ansiado heredero tardó en llegar. En el proceso Fredegunda sufrió la desesperación de ver morir a sus hijos recién nacidos.



Años más tarde, en 584, Fredegunda consiguió engendrar y dar a luz al futuro Clotario II.



La esposa ambiciosa
Con la corona en sus sienes y un heredero que había superado los peligros del primer año de vida, ahora sólo quedaba el último obstáculo: su propio marido. El asesinato de Chilperico el mismo año del nacimiento de su hijo pudo deberse con total probabilidad a su propia esposa aunque la historia no lo ha podido demostrar.



Convertida en reina regente, su siguiente objetivo era legitimar los derechos dinásticos de su hijo y defenderse de los ataques de la vecina Austrasia liderada también por una mujer, la viuda de Sigiberto, Brunequilda y reina madre a su vez de Childeberto II.



Los reinos francos se sumergieron entonces en años de terribles guerras que terminarían con el asesinato de Childeberto II.



Los intentos de terminar con su vida no surtirían efecto. Sería la disentería la que acabaría con la existencia de Fredegunda en el año 597 uno de los personajes femeninos mas oscuros de toda la historia.



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